Guazapa, San Salvador, El Salvador

Guazapa, San Salvador, El Salvador
Quiero llevarte en mis ojos como la ternura que un hombre lleva en sus mirada. Mirada viajera del tiempo retenido, como pupila siempre nueva, contenida, retenida, desnuda y renovada.

28 de noviembre de 2011

Coyuntura sin aroma y sin aliento













Desde esta calidez en reposo,
desde este interior protegido,
desde este espacio escondido,
paredes  de vidrio invisible
escucho tu paso,
tu furia hecha abrazo,
percibo tu agitación
tu paso inadvertido,
ráfagas de vientos
cascada de sonidos
río de fuerza invisible
que se aleja a lo lejos.

Ha amanecido con mucho movimiento,
afuera hay  violencia y agitación,
desnudez y desprotección.
El viento y el tiempo se han unido
eternos aliados necesitados,
separados por el sol no eterno
de un tiempo hecho viento:
“A mal tiempo buena cara”
“Dejemos todo al tiempo”.
Ráfagas de vientos inhumanos,
doblegan hasta lo más erguido
árboles movidos por el mal tiempo.

Noviembre verde con vientos,
pájaros con frío escondidos,
protegidos de tus garras invisibles.
Ha amanecido con mal tiempo,
fuera de mi hay movimiento
hojas levantadas por  el viento,
arrancadas, sacudidas de sus ramas,
flores bofeteadas, pisoteadas
sin aroma, sin aliento.
La paja invade el espacio airado,
La paja se la lleva el viento
la paja ha dejado descontento.

El Tiempo  se ha detenido,
tiene sus alas dormidas.
El tiempo se ha levantado
ha puesto sus alas al viento.
Movimientos con alas invisibles,
elevan y doblegan por instinto.
El tiempo en su naturaleza hecha sonido,
ha despertado su corazón adormecido.
El tiempo  y el viento luchando
se llevan todo a su paso.
Tu gobierno viento en movimiento
aire desolado, aire aromado.

Las garras del viento son
movimientos invisibles,
remolinos callejeros inadvertidos,
tormentas de aires desatinados,
huracanes en tropeles desbocados,
lamentos de otros tiempos batallados.
El viento y su ira reprimida,
el viento y su aliento
el viento se lleva todo
lo que el tiempo ha eternizado:
Ráfagas de palabras vacías,
navegando en el viento y en el tiempo.

El sol, el gran sol tiene frío,
abandona su arrogancia,
con aliento de humo disipado.

El sol con su gran luz  enredada
tenue, disminuida en el ocaso
da paso, al viento embravecido.

El sol con su barba en remojo
agitado en su espacio invadido
da manotazos a su paso.

El día ha llegado con el sol callado
El sol, calladamente amigo
con el viento me ha despertado.





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