Guazapa, San Salvador, El Salvador

Guazapa, San Salvador, El Salvador
Quiero llevarte en mis ojos como la ternura que un hombre lleva en sus mirada. Mirada viajera del tiempo retenido, como pupila siempre nueva, contenida, retenida, desnuda y renovada.

22 de noviembre de 2011

Humus con alas de acero.













Testigos de tiempos pasados,
vestidos de follajes variados, 
árboles silenciosamente callados,
amigos en mis manos, inseparables cayados.
Llenos de vida siempre dando vida,
con almas repletas de cantos mañaneros,
presentes criaturas movidas por el viento 
de un paraíso olvidado en el tiempo.


Y vio Dios que todos, todos eran buenos;
vio sus corazones hechos frutos de sabores.
Vio sus obras hechas, echando amores
en pétalos de semillas, semillas hechas flores.
Acompañantes fieles, prudentes amigos de Dios,
en sus paseos mañaneros y atardeceres de ocaso.
Todos tienen nombre, todos tiene una misión:
Hacer presente a su creador, que en su interior se esconde.


La historia se hizo árbol,
árbol genealógico en sus ramas.
La historia se hizo vida en cáscaras y hojas.
Árbol testigo de la muerte hecha fruto,
fruto ofrecido, atractivo, apetecido,
soberbia dulce, dulce desafío
manantial dormido, invisible amorío
de un ser con alas de acero separado del suelo.


El árbol genealógico renace nuevamente.
El árbol de la vida inmortal derrama su rocío.
El árbol del bien y del mal aparta los caminos.
El árbol del discernimiento ancestral comparte su incienso.
El árbol que sostiene el universo se enraíza en la fe.
El árbol que muda la piel se sacrifica cada mayo.
El árbol que sirve de alimento ofrece sus cosechas.
El árbol seco, caído, hecho leña, truncado, se hace ceniza.
El árbol desramado, podado, no será olvidado.


El árbol es árbol del lenguaje:
El árbol se conoce por sus frutos.
De tal palo tal astilla.
Quien a buen árbol se arrima buena sombra lo cobija.
La cuña para que aprete debe ser del mismo palo.
Árbol que crece torcido jamás sus ramas endereza.
Del árbol caído todos hacen leña.
Y donde hubo fuego cenizas quedan.
Del tronco de Jesé ha nacido un nuevo retoño,
un vástago tierno con olor mañanero,
un leño, un madero, carbón encendido.
olor agradable ofrecido, en un hombre de rostro curtido.


Hombre nuevo, criatura nueva.
Humanidad abrazada por el amor.
Amor crucificado por el mundo,
mundo amado, no condenado.
Árbol de corazón fuerte y ramas extendidas.
Árbol de bondad donde la maldad
ha sido vencida, derrotada, trucada, extirpada.
Árbol Génesis. Árbol Apocalipsis sin tiempo.

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