Manos con suavidad,
de brisa disipada
han dejado en mis poros
de barro su aliento.
Manos con paciencia
sabia derramando savia
en esta tierra
que me da un cuerpo.
Manos de alfarero,
hortelano campesino
horas eternas
sin descanso infinito.
Manos bruscas y toscas,
deshechas con suavidad
empapadas de amor
aleteando tu ternura.
Es difícil Señor
no sentir las caricias
de tus manos
Es difícil Señor
no sentir tus caricias
en mi barro.
Alfarero de corazón sereno,
Alfarero de manos inquietas
Alfarero callado dando forma
a este cuerpo dormido
hecho de barro.
Manos con suavidad,
de brisa disipada
volando como pájaros
invisibles en su nido.
¿Cómo se ve la vida desde el cielo,
Alfarero Señor dueño de tu magia?
A penas puedo decir Padre
aliento de alba, aliento libre
de hijo agradecido.
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