Abrir los ojos, ver el universo
que nos abraza en silencio.
La seriedad, también sonríe.
Abrir los ojos, ver el universo
que se nos acerca en apariencia.
Apariencia y tacto humano.
Abrir los ojos, ver el universo
hecho sombra, sombra aromada,
aroma sin rostro y sin nombre.
Abrir los ojos, ver el universo,
finito, cercano y palpable
con zapatos de pueblo.
La cercanía tiene un espacio,
donde la seriedad también sonríe.
Abrir los ojos, ver ese universo,
mi universo, que nos acerca
en la vida cotidiana.
Abrir los ojos, ver ese universo,
mi universo tiene voz,
que seduce y acaricia.
Abrir los ojos, ver ese universo
mi universo incompleto, inconcluso
que trabaja en silencio.
Abrir los ojos, ver ese universo
con ojos asombrados cada mañana,
cada atardecer repleto de sorpresas.
La seriedad tiene un nombre,
tu nombre escrito con tinta de silencio.
El universo, ese universo, mi universo
es el silencio, ese silencio, mi silencio
compartido.