¿Qué te puedo dar que no me hayas dado?
¿Qué te puedo pedir que no me hayas ofrecido?
¿Qué te puedo ofrecer que no sea tuyo?
Si tu presencia está en todas partes.
Si tu ausencia no es ausencia.
Si tu amor está hecho hombre,
ser humano, uno y pleno.
¿Qué te puedo dar que no sea tuyo?
¡Qué te puedo pedir!.. Si hasta el gesto mismo
y la palabra de mis labios son obra de tus manos.
Tus ojos son nuestros ojos,
tu voz es nuestra sonrisa,
tu paso en nuestras vidas,
tu vida a cada paso ofrecida.
¿Qué te puedo ofrecer si todo lo he recibido?
¿Qué te puedo ofrecer amor ofrecido?
¿Qué te puedo dar que no sea yo mismo?
Si tus creaturas son obra de tus manos,
Si tus manos son de creativo alfarero
son, ritmo suave y agradable,
música de vida, aliento eterno,
en cada ser que se renueva en silencio.
¿De qué puedo presumir si no es de tu bondad?
¿De qué puedo orgullecerme si no es de tu cariño?
¿De qué puedo carecer, si soy obra de tus manos?
¿De qué puedo padecer si no es de seguirte amando?
Si cuando respiro es tu aliento compartido.
Si cuando pienso es tu sabiduría asimilada.
Si cuando callo es tu silencio en reposo,
silencio cariñoso, dibujo de tu rostro.
¿Qué puedo decir que no hayan dicho?
¿Qué puedo compartir que no me hayas compartido?
Yo, simple obra de tus manos,
obra redimida, levantanda y abrazando
a quienes se sueltan de tus manos.
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